El mundo del entretenimiento está atravesando una importante sequía en todo lo que se refiere a ideas frescas para contenido audiovisual. Por eso no sorprende que series o películas actuales sean en realidad remakes de piezas de los años 50’, 60’ o 70’. Algo así sucede con el anime. ‘Dororo’ es el nombre de una serie animada que sorprendió al público con su estreno en enero de 2019, pero lo cierto es que se trata de una adaptación animada de un manga de fines de los años 60 del maestro Osamu Tezuka (Astro Boy, Blackjack).
La trama de ‘Dororo’ nos cuenta las aventuras de un samurái vagabundo (ronin) llamado Hyakkimaru que recorre el antiguo Japón de la era Sengoku acompañado de una pequeña ladrona huérfana llamada Dororo. El guerrero nació con terribles malformaciones a causa de un pacto que hizo su padre, Kagemitsu Daigo, con 48 demonios sellados. A cambio de permitirle gobernar la tierra y aumentar sus riquezas, los demonios podrían hacerse con lo que quisieran que fuera de su propiedad: su hijo Hyakkimaru.
Finalmente, el niño sin extremidades ni expresiones faciales fue abandonado en un río por su madre, buscando evitar que Daigo lo asesinara. El anciano Jukai lo encontró, utilizó magia y alquimia para crear prótesis que le permitieran al pequeño Hyakkimaru sobrevivir y terminó convirtiéndolo en un guerrero casi inmortal.
Ahora Hyakkimaru recorre Japón buscando destruir a los 48 demonios con los que su padre hizo un pacto y de esa forma liberarse de la maldición. Además, al matar a los demonios puede recuperar las partes de su cuerpo que le han sido arrebatadas. La trama está cargada de violencia, pero también de sensibilidad. Osamu Tezuka no solamente era un guionista excelente, sino que cambió la forma en la que se contaban historias a través del dibujo. Por eso el estilo casi cinematográfico que alcanzan sus tramas.
Una pieza de lectura obligada que ahora además ha vuelto a ser popular gracias a la nueva serie animada que en 2019 está acercando a un nuevo público a las obras manga de Tezuka. Por supuesto que el dibujo es un tanto limitado y tiene rasgos que en los cánones actuales pueden resultar chocantes, pero a cambio hay una historia sorprendente y muy entretenida.
