Una noche de libros

El ex policía Thomas Lang ahora no es más que un matón al que otros pueden contratar para que les hagan trabajos sucios, aquellos con los que ellos no se quieren manchar las manos. Por eso no le resulta extraño cuando un personaje llamado McCluskey le quiere contratar. Lo que sí le parece extraño es la cantidad que le ofrece: cien mil dólares americanos por asesinar a un empresario que tiene negocios en Escocia e Inglaterra. El empresario se llama Alexander Woolf. Pero una cosa es ser un matón y otra un asesino, por lo que el encargo le enoja. Lo rechaza y se propone acudir en busca del señor Woolf, pero para avisarle de lo que quieren hacer con él.
 Thomas consigue dar con la casa del empresario (algo que no resulta muy difícil), pero allí se encuentra con varios peligros. Uno de esos peligros le enfrentan a un hombre que quiere matarle y otro es la hija del empresario, una enigmática mujer a la que tendrá que salvar pero que le envolverá en un número aún mayor de peligros.
 El empresario en cuestión resulta estar siendo investigado por varias agencias del gobierno de los Estados Unidos, algo que no resulta ser del agrado de su hija y que sorprende al ex policía Lang. Y es que la familia Woolf no es tan limpia e inocente como parece, ni siquiera la enigmática Sarah resulta en realidad ser lo que parece.
 Envuelto en este universo de mentiras y violencia se verá obligado a retorcer brazos, romper cabezas e incluso estar al borde de la muerte y de la detención en varias ocasiones. Incluso tendrá que dejar si vida en manos de un grupo de mujeres de no muy buena reputación… una historia que le levará a la azotea de un consulado si quiere sobrevivir.

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