El profesor Otto Lidenbrock descubre un pergamino cifrado en el interior de un manuscrito que ha encontrado en una vieja tienda de libros, al descifrar el pergamino el profesor descubre que su escritor asegura haber visitado el centro de la Tierra. Enseguida se pone en marcha y prepara una expedición con un guía y su incrédulo sobrino Axel. Entran por la supuesta puerta, que se encuentra en el interior de un volcán donde descubren tres huecos. Siguiendo las instrucciones descubren cuál es el que tienen que elegir y se descuelgan con la ayuda de una cuerda en lo que parece un interminable descenso hacia una muerte segura.
Tras varios días de descenso y alguna que otra elección errónea que les obliga a desandar el camino, encuentran una especie de selva de hongos gigantes llena de esqueletos de animales. Frente a ellos se extiende una basta densidad de agua que cruzan con la ayuda de una balsa que construyen. En el océano que están surcando se encuentran unos inmensos monstruos marinos luchando entre ellos, por lo que procuran pasar desapercibidos. Tienen que sobrevivir a una tempestad sobre la balsa hasta que llegan a una costa.
En la costa descubren una serie de cuerpos fosilizados y llegan hasta un bosque prehistórico en el que una serie de animales gigantes son pastoreados por un humano descomunal. Según los cálculos del profesor aún les queda mucha distancia para llegar hasta el centro de la tierra, pero se topan con una gran piedra que les tapona la entrada. Deciden volarla con pólvora, pero provocan un terremoto y las aguas se mueven, los exploradores se dan cuenta de que lo están haciendo hacia arriba y la temperatura sube. Se trata de una violenta erupción que acaba por devolverlos a la superficie del planeta. Una vez recuperados de la travesía, los viajeros pasan a ser famosos y respetados por la comunidad científica.
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