El duelo de Joseph Conrad

No hacen falta largas historias para disfrutar de un libro,  algunas páginas en una historia bien aderezada resulta en el disfrute total del lector. Eso sucede con El duelo de Joseph Conrad, es una novela que se disfruta a lo largo de todas sus páginas. Una confusión, el ego desmedido de dos hombres, en medio de las campañas de una Francia sometida a los designios del Emperador, da como resultado un duelo en el que se enfrentan durante toda su juventud, sin saldarlo sino hasta cuando ya están viejos y de una manera sorprendente. Un oficial D’Hubert que es totalmente diferente de su antagonista  Feraud,  se ve en molesta situación por culpa del segundo y ambos se dejan llevar por sus personalidades aunque comprobaremos que uno de ellos, parece siempre tener la razón frente a otro que está más empeñado en vengar lo que no existe, y con ello despiertan ya celos que admiración entre sus compañeros del ejército.

Dos jóvenes oficiales sirven al regimiento de húsares francés, durante el régimen de Napoléon. Uno es belicoso y poco obediente pero un buen espadachín, lo que le permite seguir en el ejército pese a sus constantes problemas, además es un apasionado del Emperador; que cuando es depuesto parece influir en el duelo que existe entre dos hombres que apenas se conocen pero que uno insiste en mantener una situación que ha resultado de una mal interpretada situación.

Ha durado casi toda una vida el enfrentamiento, con constantes duelos que nunca terminan de determinar quién debería vivir y quién morir. Y cuando son dados de baja en el ejército, porque han terminado los tiempos de guerra y ha  la  paz, a D’Hubert le va bien y a Feraud las cosas son todo menos que buenas, así que pronto deberán enfrentarse en otro duelo que nadie comprende, pero que acabará con el antagonismo confirmándonos la superioridad moral de uno de los duelistas. Doncellas asustadas, espadachines sirviendo de padrinos, parajes desolados y una rivalidad nacida de la envidia de uno de ellos, conforma toda esta historia con la que Joseph Conrad, nos muestra las costumbres y la vida militar de la Francia napoleónica.