Si se entra en alguna tienda online de libros electrónicos, se acude a una librería de grandes almacenes o se pregunta por los best sellers del momento en cualquier tienda especializada, el género del terror siempre está presente.
Pese a que se trate de una moda, como todos los géneros literarios que tienen más o menos protagonismo dependiendo de la época en la que se observa cada evolución, el terror lleva los últimos años abarcando casi el total de los beneficios obtenidos por la literatura más contemporánea.
Las razones de este, de momento, interminable éxito de lo sobrecogedor tiene su explicación principalmente en la época en la que nos encontramos. El cambio de un siglo a otro y, con mucho más impacto, de un milenio a otro, siempre conlleva una modificación en las inquietudes del ser humano, a menudo vinculado con el fin del mundo.
De ahí que ciencia ficción y terror enfocados a un mundo enfrentado al apocalipsis o, incluso, post apocalíptico, encuentre entre los ciudadanos de finales de siglo XX y principios del XXI, lectores ávidos de este tipo de historias, que pueden llegar a sentirse identificados, pese a lo inverosímil de cada narración.
Otra importante razón por la que el terror está siendo un género en auge los últimos tiempos es la adaptación de historias clásicas a la actualidad. La denominada fantasía urbana, el terror relacionado con entornos digitales y la vinculación de problemas socioeconómicos a elementos sobrenaturales, acerca como nunca antes se había hecho antes todo tipo de situaciones del género hasta el mundo más personal del lector. De esta manera, se multiplican las historias de vampiros que frecuentan nuestros bares, sociedades que viven en el metro bajo un mundo radioactivo, fantasmas que aparecen desde teléfonos móviles, etc.
A la adecuación de la atmósfera y el contenido se une la utilización de personajes carismáticos entre los protagonistas. Es frecuente el uso de anti héroes, tan llamativos desde el punto de vista narrativo, así como de protagonistas femeninos como un claro acercamiento a todo tipo de público. En muchas ocasiones estos protagonistas son herederos del terror clásico, mientras que en otras son simples actualizaciones de héroes legendarios, traídos de forma más o menos acertada a la actualidad. Por supuesto, no faltan los héroes desconocidos, que se convierten por méritos propios en protagonistas absolutos. Puedes echar un vistazo en la web de Signo Editores.
La época adecuada, narraciones actualizadas y unos personajes cercanos permiten entender un extenso recorrido del terror como género predominante entre la literatura más comercial, además, con pocas señales de agotamiento del sector, más bien todo lo contrario, acercándose conforme avanzan los años hacia una saturación de novelas que hace cada vez más difícil discernir entre las obras de arte y el terror fabricado en serie.
