Esta ha sido una novela hito en la literatura española, dentro de la corriente de la literatura erótica, Las edades de Lulú de Almudena Grandes, fue una revelación ganadora del Premio Sonrisa Vertical a la literatura erótica y un suceso de ventas que dio paso a una película, que no hace honor a la trama y que resulta menos interesante, sucede mucho en realidad, que la obra literaria; versión cinematográfica de los años ’90 por Bigas Luna.
Con esta novela podemos referirnos a todo un sucedo editorial en literatura erótica, como recordándonos que ahora que es el año del resurgimiento de este tipo de literatura con obras como, 50 sombras de Grey de E.L. James, la literatura cargada de erotismo no es nueva, y que la misma tampoco es algo que se concentra en la literatura anglosajona, porque todos esos caminos complicados del sexo en sus mil manifestaciones ya ha sido tratado en la obra de Almudena Grandes, que ha sido traducida a muchos idiomas y sigue siendo, insistimos, un referente del género en España y Latinoamérica.
Es cierto que posterior a Las Edades de Lulú, la autora se dirigió por otros géneros con enorme éxito, lo que nos muestra su talento, ese talento que permite a un autor intentar en varios géneros y salir avante. Pero no nos alejemos del tema, concentrémonos en Las Edades de Lulú, la novela no deja nada al azar en cuanto a sexo, perversiones y demás. Una niña carente de atención y afecto desarrolla en la pubertad un amor casi obsesivo por un amigo del hermano. Este Pablo se convertirá en el tiempo, en su compañero y en su aliado en toda una sucesión de desenfreno sexual.
La experiencia sexual de Lulú se mantiene dentro de lo que diríamos normal, hasta el día en que se reencuentra a Pablo, ella ya convertida en una joven y él en un treinteañero, en una relación en la que al principio, él parece llevar la batuta, se enfrascan en el mundo cargado de fantasías sexuales y ansias de experimentación de Lulú, hasta que ella se cansa de limitarse a los dos, y emprende con Pablo a su lado, la vía del sexo en grupo, las orgías desenfrenadas, tríos, travestías, sexo homosexual, y hasta incesto, nada especialmente escandaloso que no se hubiera tratado ya en otros libros como La Historia de O.
No se niega nada en ese afán de encontrarse a si misma, y claro, hay de todo, alusiones veladas a la zoofilia y también a la pedofilia. Los personajes estupendamente construidos, nos reflejan una época en que la vida se abría para una generación, a la libertad. Es un libro de primera categoría, que antecedió, insistimos a las novelas eróticas de hoy, en una época en que había que tener aplomo para encarar lo que no es nuevo, ni lo era entonces, aunque en aquella época era tabú.
Lulú es un personaje especial, nos deja de lado, las protagonistas de la novela rosa que estaba en boga en aquellos años, y que aún suelen gustar a muchos, no se detiene en pequeñas trivialidades, uno puede sentirse confuso en la lectura respecto de la realidad y sus fantasías que parecen mezclarse. La novela se basa pues, en el sexo pero es interesante, a veces cruda, el sexo gráfico y el vocabulario soez, pero no es una novela para mojigatos, es una literatura contemporánea de una destacada autora.
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, podemos encontrar diversidad de opiniones, aunque todas dándole entre 3 y 4 estrellas:
Novela erótica bien escrita
- Ahora que está tan de moda la literatura erótica de pésima calidad y estilo, animo encarecidamente a quien se sienta atraído por este género a que lea este libro. Es refrescante comprobar que una novela erótica puede estar bien escrita, puede tener personajes con profundidad psicológica y un lenguaje cuidado y evocador. Me gustó.
Bien
- La misma Almudena Grandes reconoce en su prólogo de esta versión que, leyéndolo ahora, le parece un poco infantil, y acierta al decir que un libro se escribe cuando se escribe, con su contetxto y modo de ver la vida en ese momento, por lo que, aunque haya cosas que cambiaría del mismo, jamás lo reescribiría. Obviamente, todos los escritores que pasan de los 50 años, seguro que se han cuestionado algo del contenido de lo que escribieron veinte años antes, pero se cargarían el espíritu de lo que sentía en el momento en el que plasmó en papel sus ideas.
Todo esto no quita que, en mi opinión, aún a sabiendas de que lo que uno va a encontrar aquí es una descripción pornográfica, de apariencia pseudo erótica, no hay una historia creíble y consistente detrás. Es simplemente una concatenación de fantasías sexuales que no aportan mucho.
