Todo parece que ha vuelto a la normalidad tras la muerte del vil Capricornio. Pero Dedo Polvoriento quiere volver a casa. Como Lengua de Brujo se niega a volver a leer el libro maldito, el Danzarín del Fuego se va en busca de otra persona, alguien que tenga el mismo poder que Mo y que le pueda llevar de nuevo al Mundo de Tinta. Y lo encuentra, Orfeo le devuelve al lugar del que fue arrebatado cruelmente hace ya diez años. Pero otros personajes también han conseguido volver y le buscan. Por eso cuando Meggie se entera quiere irse con Dedo Polvoriento pero este se lo ha impedido. Así que se esfuerza por entrar en el Mundo de Tinta por sus propios medios. Como ha heredado de su padre la capacidad de sacar personajes de los libros, ¿podrá también hacer lo que Orfeo e introducirlos? Tras varios intentos y ensayos frustrados, parece que ha conseguido encontrar las palabras adecuadas.
Farid y ella atraviesan el portal hecho de palabras y enseguida se ponen manos a la obra. Bueno, enseguida no, ya que hay que disfrutar del mágico mundo al que Meggie deseaba con todas sus fuerzas viajar para ver si de verdad las historias que su madre le ha contado son ciertas. Pero Farid tiene una única misión: encontrar a Dedo Polvoriento para advertirle de que Basta le busca para matarlo.
Meggie tiene otra idea en mente: encontrar a Fenoglio, el escritor original del libro que se introdujo en su mundo de fantasía para disfrutar al menos unos años de su creación.
Mortimer y Resa no pueden estar más desconsolados por la desaparición de su hija. Pero una inesperada y desagradable visita los empujará al interior de la misma historia a la que ha entrado Meggie. Nada más llegar Mortimer es brutalmente disparado a bocajarro. Se muere. ¿Logrará Resa encontrar a Meggie y salvar a su marido?¿O tanto ella como el hijo que espera tendrán que quedarse para siempre aquí?
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