Hace muchos años que el señor oscuro Sauron fue derrotado y sus esfuerzos por hacerse con el control de la Tierra Media fueron frustrados.
Bilbo Bolsón, el Hobbit que le arrebató ala criatura Gollum el anillo único, tiene más de cien años, algo excepcional incluso hasta para alguien de su raza. Toda la Comarca lo va a celebrar con alegría y júbilo. En la celebración Bilbo pronuncia un discurso tras lo que desaparece de la vista de todos. Gandalf el gris, que sabe lo que ha pasado, va a su guarida y discute con él, pues el mediano no quiere deshacerse del anillo que le ha acompañado durante tanto tiempo. El mago le intimida y le obliga a dejar en herencia el anillo a su sobrino Frodo, que recibe las instrucciones de Gandalf de guardarlo en un lugar seguro.
Han pasado veinte años, y Frodo ha olvidado el episodio, pero Gandalf regresa muy nervioso y le cuenta que ha descubierto que el anillo es el mismísimo que el rey Isildur le arrancó al Señor oscuro del dedo. Hay que reunirse con un consejo de sabios de todas las razas para decidir qué hacer con él.
El consejo decide que la pieza es muy peligrosas, y que tiene que ser destruida. Para hacerlo tiene que arrojarse en el mismo fuego donde se formó: el Monte del Destino, los dominios del Señor oscuro que está recuperando su poder y pretende recuperar el anillo.
Acompañado por una representación de los señores de los elfos, los humanos y los enanos se internarán en un viaje que les deparará innumerables peligros y algunas sorpresas. ¿Logrará la compañía destruir el anillo, o Sauron conseguirá vencer esta vez y dominar en toda la Tierra Media? La respuesta la tiene un pequeño personaje llamado Frodo Bolsón.
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