Yago es el nombre de uno de los grandes villanos de la literatura universal. Aparece en la obra de teatro Otelo, de William Shakespeare y oficia como servidor y confidente del moro que da título a la obra. Yago no solamente odia a Otelo, además, envidia el amor que Desdémona siente por él.
Durante todo el desarrollo de la obra, Yago urde un plan para hacer creer a Otelo que Desdémona lo engaña con Casio, su lugarteniente. Esto da el puntapié inicial al clima de tensión y tragedia con el que se desarrolla la obra de teatro. Yago se ha vuelto un villano universalmente reconocido por su comportamiento traicionero y su perseverancia.
El personaje es uno de los más importantes en la carrea literaria de Shakespeare, con 1097 líneas, siendo superado únicamente por Hamlet y Ricardo III. Por eso, se entiende que Shakespeare realizó un gran trabajo de reflexión para crear sus parlamentos y dejar en clara su motivación, alcances y objetivos.
Yago es uno de esos villanos que trabaja desde las sombras y construye su venganza poco a poco. Su motivación principal es el enfado, porque Otelo eligió a Casio como su lugarteniente. Lo expresa claramente cuando define a Casio como “un hombre que nunca ha pisado un campo de batalla”.
Otelo se casó secretamente con Desdémona, hija de Brabantio, y la familia de la chica no está feliz con esta decisión. Por eso, Yago utiliza los conceptos de la época para sembrar la duda acerca de la fidelidad de la mujer y su lugarteniente. “Las libertades de Casio y Desdémona” indica en algún pasaje de la obra, y le dice a Otelo que “si traiciono a su padre” (casándose en secreto con un moro) “¿por qué no habría de traicionarte a ti?”. Todos estos ingredientes llevarán a un desenlace de tragedia urdido por un villano notable.