El mundo se ve envuelto en una guerra en la que los Estados Unidos se quedan divididos en trece distritos controlados por el Capitolio, un gobierno cruel que se aprovecha de todos los recursos de los habitantes de los distritos que lo rodean. Pero ese control no es del agrado de los ciudadanos, quienes luchan por romper el yugo de sus gobernantes. Sin embargo es inútil, ya que el Capitolio cuenta con una gran cantidad de artilugios, por lo que vence, se hace con el control de doce de los distritos y destruye el número trece. Como castigo y para que todo el mundo recuerde quién ganó se organizan todos los años “Los Juegos del Hambre”, una lucha a muerte en la que se eligen a un chico y una chica de cada distrito para que luchen hasta que solo quede uno. El ganador recibirá como premio el reconocimiento de todo el mundo y una gran cantidad de riqueza.
En la celebración de los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre, Katnis, del distrito doce se ofrece voluntaria para acudir en lugar de su hermana. El chico del distrito doce es Peeta, con quien fingirá un romance para hacerse con la simpatía de algunos de los miembros del Capitolio y así conseguir algunas ayudas que les resultarán vitales si quieren sobrevivir al menos unos días tras el comienzo de la batalla. Antes de entrar en combate son sometidos a entrenamientos de lucha y supervivencia, y cuando llega el momento son presentados en la televisión como si fueran los concursantes de un Reallity Show.
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Durante el transcurso de la competición se anuncia que si queda una pareja del mismo distrito serán dos los que se salven esta vez, y por eso Katnis busca a Peeta, que está muy malherido, pero a quien consigue salvar la vida.
En la batalla final en la que solo quedan tres, la organización lanza unas criaturas llamadas Mutos, que acaban con la vida del único chico que queda aparte de la pareja del distrito doce. Pero anuncian que hay un nuevo cambio de planes y que solo uno de los dos puede vivir. Así que deciden suicidarse con unas bayas venenosas antes de permitir que vuelvan a manipularlos. Al ver esto los organizadores del programa deciden dejarlos vivir a los dos, pero al Capitolio no le ha gustado la idea. Se avecina una nueva rebelión.
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