Guía de Autoestopista Galáctico
Un jueves a la hora de comer, la Tierra es demolida para poder construir una nueva autopista hiperespacial. Arthur Dent, un tipo que esa misma mañana ha visto cómo echaban abajo su propia casa, considera que eso supera lo que una persona puede soportar. Arthur huirá de la Tierra junto a un amigo suyo, Ford Prefect, que resultará ser un extraterrestre emparentado con Zaphod Beeblebrox, un pirata esquizoide de dos cabezas, en cuya nave conocerá al resto de personajes que lo acompañarán: un androide paranoide y una terrícola que, como él, ha logrado escapar. Douglas Adams fue el creador de toda una serie de manifestaciones de la Guía del autoestopista galáctico: primero fue novela radiofónica, luego se convirtió en libro, series televisivas y teatrales, un juego de ordenador, cómics y toallas de baño. La película ascendió hasta las cumbres de la producción cinematográfica. Esta edición cuenta con entrevistas y materiales a partir del rodaje de la misma.
El Restaurante del Fin del Mundo
Armados de la Guía del autoestopista galáctico, los protagonistas del libro más divertido de la década continúan sus disparatadas aventuras, que le conducirán al asombroso Restauran del fin del mundo. En esta segunda entrega de la trilogía de Douglas Adams (que por la magia de las paradojas espaciales permite ser leída en cualquier orden), Ford Prefect, Arthur Dent, Trillian, Zaphod Beeblebrox y Marvin, el Androide Paranoide se enfrentan a la tetera automática de la que sólo mana un líquido asqueroso, al planeta condenado porque sus habitantes se empeñaron en tener más zapaterías de la cuenta, a un olvidado transporte espacial cuyos pasajeros, debido a toda clase de estúpidos re trasos, Ilevan novecientos años esperando que la nave arranque, y luego al Restaurante del fin del mundo, situado en el momento del tiempo en el que el universo entero Ilega a su estrepitoso final: un inusitado número de cabaret, amenizado por la música ligera de la orquesta del restaurante. No termina ahí su odisea, porque a continuación viven otra aventura que les revelará el verdadero origen de la especie humana: una pandilla de ejecutivos de poca monta que fueron expulsados de su planeta por indeseables.
Douglas Adams vuelve a explorar con su característico ingenio las posibilidades hilarantes de la ciencia ficción, pero tomando también como base la tradición del humor de Lewis Carroll, que le permite inventar espacios impensables, objetos charlatanes y paisajes pintorescamente absurdos.
La vida, el Universo y todo lo demás
En La vida, el universo y todo lo demás prosiguen las cósmicas y cómicas aventuras iniciadas en la Guía del autoestopista galáctico y El restaurante del fin del mundo, la universalmente aclamada trilogía, cuyos volúmenes (no nos cansaremos de repetirlo) pueden leerse de forma independiente (y desde luego compulsiva), y que se continuó con otros dos títulos, Hasta luego y gracias por el pescado e Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva. En este libro encontramos a intrépidos y conocidos personajes: Arthur Dent, el único humano que sobrevivió a la demolición de la tierra; Marvin, el Androide Paranoide, el más depresivo robot de la historia de la literatura; Zaphod Beeblebrox, antiguo Presidente de la Galaxia y un tipo realmente muy presentable, a quien le ocurre, sin embargo, tener dos cabezas.
Hasta Luego y gracias por el pescado
Hasta luego y gracias por el pescado, imposible cuarto libro de la trilogía iniciada con la explosiva Guía del autoestopista galáctico, trata acerca de los habitantes de un planeta que todo el rato eran desdichados y mezquinos, acerca de las muchas soluciones sugeridas para ese problema (en especial, la circulación de papelitos verdes) y acerca de una muchacha que de pronto supo cómo convertir el mundo en un lugar agradable y feliz. Por desgracia, antes de poder contárselo a nadie, la Tierra fue súbitamente demolida para dar paso a una nueva vía de circunvalación hiperespacial…
Informe sobre la tierra
¿Fue Elvis Presley secuestrado por los alienígenas? ¿Qué hace el terrícola Arthur Dent convertido en Hacedor de Bocadillos en un remoto y primitivo planeta cuyos habitantes adoran a Bob Todopoderoso y se dedican a la caza de unos absurdos bichos denominados Animales Absolutamente Normales? ¿Cómo ha podido la ahora intrépida reportera transgaláctica Trillian tener una hija con el terrícola antes mentado sin el previo concurso de un ayuntamiento carnal? ¿Por qué Ford Prefect está terriblemente cabreado con los nuevos dueños de la Guía del autoestopista galáctico, Empresas Dimensinfín?
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