«Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios conjuran contra él.»
El nombre del libro viene de esta cita de Jonathan Swift (autor de Los viajes de Gulliver, entre otros) y es a su vez el argumento principal del mismo. Una obra maestra escrita con la más inteligente de las ironías.
El protagonista de la novela es Ignatius J.Reilly, un inadaptado ser que reniega de la sociedad y aspira a ordenar los cuadernos en los que va escribiendo anotaciones hasta crear su obra algún día. Es gordito, con aspecto desaliñado y va siempre con una gorra de cazador. La policía siempre le detiene por sospechoso y es algo de lo que él huye. Vive con su madre y un accidente que tienen ambos le obliga a buscar trabajo para pagar unas deudas que contrae. Entonces se ve metido en el sistema que tanto critica.
Durante más de 300 páginas se presentan personajes grotescos que señalan de forma muy mordaz las críticas universales del mundo. Exagerados e inadaptados, inútiles, revolucionaros perdidos, torpes, cotillas, etc. Una autentica maravilla de la literatura que provoca risa al mismo tiempo que deja un regusto de compasión y lástima ante las estupideces de la humanidad.
John Kennedy Toole escribió su primera novela a los 16 años, él mismo pensó que era muy joven para editarla y obvió enviársela a nadie. Años después, mientras hacía el servicio militar en Puerto Rico, escribió su Conjura de los necios. Se recorrió editoriales pidiendo una oportunidad que nunca le dieron, cinco años de incompresión le llevaron al sucidio con poco más de 30 años. Su madre, convencida de la valía de su obra, prosiguió con el intento de su hijo hasta conseguir que un famoso autor de la época, Walker Percy, que escribiría el prólogo, lo leyera. Percy lo consideró un gran libro, que finalmente se publicó, rompió listas de ventas y ganó el premio Pulitzer. Aunque su autor no pudo celebrarlo.
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