El consumo de drogas, y las consecuencias de toda índole que lleva aparejado,
constituye un problema social y sanitario que afecta a España y a la comunidad
internacional en su conjunto.
Las cifras que publican tanto los organismos especializados de Naciones Unidas
como los de la Unión Europea no dejan lugar a dudas. Un número muy importante
de la población, en gran parte jóvenes e incluso adolescentes, consume sustancias
como el alcohol, el tabaco, el cannabis y, en menor medida, cocaína y drogas de
síntesis.
En los últimos años, España ha redoblado sus esfuerzos en la planifi cación y
ejecución de medidas para hacer frente a este importante fenómeno de las
drogodependencias. Nuestro país cuenta con una Estrategia Nacional sobre
Drogas, vigente desde el año 2000 hasta el 2008, y con un Plan de Acción que el
Gobierno elaboró para el periodo 2005 – 2008, para avanzar en el cumplimiento de
los objetivos fi nales de la Estrategia Nacional.
El Plan de Acción comprende 68 acciones concretas, centradas fundamentalmente
en la prevención y la sensibilización social. También incluye medidas para mejorar
la capacidad del sistema para diagnosticar y tratar precozmente el problema, así
como otras para disminuir el daño en las personas consumidoras y potenciar la
inserción social y laboral de los adictos en proceso de rehabilitación.