El enfermo imaginario

Argan, un burgués, cree estar siempre enfermo. Su esposa Béline le prodiga tiernos cuidados, pero en realidad no hace más que esperar su muerte para poder recibir la casa de su esposo y dejar a sus hijas en un convento.

Argan, en su delirio, ordena constantemente que se le practiquen sangrías y purgas, y toma todo tipo de remedios, dispensados por unos médicos pedantes más preocupados por complacer a su paciente que por su salud; y que no quieren más que violarlo. Para que su amo coma bien, Toinette, su criada, se disfraza de médico y le da consejos más razonables.

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