Salander se toma un tiempo en su vida para escapar de su propio enamoramiento de Mikael Blomkvist. Un año después regresa a Suecia para comprobar como se precipitan los acontecimientos que dan lugar a una fulgurante investigación policíaca relacionada con tres muertes violentas de las que Salander es la principal sospechosa.
El libro da un repaso a la vida de Lisbeth Salander y ofrece al lector información que quedó en el aire en la anterior entrega relacionada con su forma de ser y actuar socialmente.
Nunca segundas partes fueron buenas y aunque este siga siendo un libro entretenido como el anterior, para mi gusto se pierde en una maraña de personajes que desvía la atención sobre la acción principal, que sigue siendo frenética y en la línea de su predecesor. Es un libro de lectura fácil y entretenido que deja un ligero regusto a querer más, sobre todo por el indiferente final al que nos avoca el autor, que pretende ser el detonante de la lectura del tercer libro de la saga.
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