David, Anika y Jonás son tres jóvenes que reciben el encargo de la señora Selander de atender y cuidar sus plantas, ya que ella estará fuera todo el verano. Pero en la casa parece ocurrir algo raro, y una de las plantas de la casa que tiene el nombre de los dueños (“Selandria egypcia”), crece buscando las escaleras de la casa en lugar de ir hacia la luz como todas las demás.
El primer día en el que los jóvenes entran en la casa, reciben una llamada de teléfono. Es la señora Selander, Emilie, que le pregunta al chico que atiende la llamada si le gusta el ajedrez. Este le responde que sí, y queda en que cada día llamará para dar un nuevo movimiento de tablero en una apasionante partida que les llevará todo el verano.
A medida que el grupo investiga los misterios de la mansión, descubren un cuarto en el que hay una colección de cartas escritas por un ayudante del conocido botánico sueco Linneo dirigidas a Emilie. Lo extraño es que el escritor vivió durante el siglo XVIII. En estas cartas el aprendiz de botánico en uno de sus viajes a Egipto trajo un ejemplar de la enigmática planta, a la que le puso el nombre que ahora tiene en recuerdo de su amada.
Ajedrez, estrategia y la búsqueda de una extraña estatua de la que hablan las cartas son el eje central sobre el que se desarrolla la sorprendente historia de este pequeño grupo de jóvenes aventureros, que les llevará horas de investigación suspense y diversión hasta descubrir una hermosa historia de amor que tiene mucho que ver con las expediciones botánicas, la partida de ajedrez que se está jugando por teléfono y un desenlace que será sorprendente al llegar el momento de el final del verano.
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