Daniel Sempere, ya es un hombre adulto, está casado y tiene un hijo al que quiere con locura. Un día Daniel recibe la visita de un hombre que le pregunta por quien menos se pensaba que iba a hacerlo: su amigo Fermín, que trabaja para él.
Tremendamente aterrado, Fermín decide contarle a Daniel su verdadera historia, una historia que muy pocos conocen. Fermín conoció a David Martín en la cárcel, en la que estaba preso por asuntos políticos. David era un escritor con mucho talento que sigue vivo gracias a que el responsable quiere que éste le revise y corrija sus escritos. Al principio se niega, pero el vil alcaide amenaza con hacer daño a quien el escritor considera su familia: su amiga Isabella, su marido y su hijo Daniel, que forman la familia Sempere.
Fermín y David se hacen amigos y juntos planean una forma de que el primero escape de la cárcel, pero a cambio este tiene que prometer que cuidará de Daniel. Cuando escapa, Fermín huye con la llave que David guarda y que le da acceso a las riquezas que ha conseguido gracias a sus crímenes.
El personaje que busca a Fermín es Mauricio Valls, que pretende matarle como ya hizo con otros antes, entre ellos Isabella, que todos creían que había muerto como consecuencia del cólera y en realidad había sido asesinada.
Esta tercera novela (El Prisionero del Cielo) de la serie del Cementerio de los libros olvidados, es algo menos oscura que las dos que el autor escribió antes y supone la llave para comprender algunas cosas que en las historias anteriores se habían quedado un poco al margen. Aunque el autor asegura que aún quedan muchas cosas por conocer de esta historia y que lo mejor aún está por llegar, con una novela que promete poner el broche de oro.
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