El vagon de las mujeres – Anita Nair


Akhila, una mujer de cuarenta y tantos años, soltera, y de quien ha dependido siempre su familia, siente un repentino impulso de huir de todo. En el furgón de un tren que atraviesa la India en dirección al sur, se encuentra con otras cinco viajeras con las que comparte confidencias. Janaki, una madre confundida; Margaret, una profesora de química con un marido tiránico; Prabha, una sumisa esposa que busca su verdadera identidad; Sheela, una muchacha de catorce años que comprende los últimos deseos de su abuela mejor que nadie; Marikolanthu, que ha vivido más experiencias que todas ellas juntas; y Akhila, que espera que sus historias cambien su vida. Seis personajes que se encuentran en esta cálida novela para descubrir el amor, el matrimonio, la familia, la amistad y el trabajo en la India¿ y en el mundo.

La escritora, Anita Nair, hindú como sus personajes, nos introduce en un mundo un tanto desconocido para los lectores occidentales, y que sin embargo se revela como bastante parecido a pesar de las diferencias culturales, educativas o religiosas: el mundo de los sentimientos humanos, reflejados en este caso en un grupo de mujeres de diferente edad, clase social y nivel educativo. Con una prosa fácil y amena nos enseñará, asimismo, a conocer la vida cotidiana en diferentes lugares de la India actual. Sus costumbres ancestrales, como dibujar kolams para ponerlos en el exterior de la vivienda, quedando reflejado en este hecho parte de la personalidad de la dueña de la casa. O como, al contrario que en nuestra sociedad occidental, la palidez de la piel representa todavía un signo de belleza. La gastronomía típica también tiene un papel importante en este libro. Los personajes nos hablarán de términos como vadaam, mysorepak, puliyodhare…. exóticos nombres para igualmente exóticos platos y que los lectores amantes de la cocina podrán hacer siguiendo las recetas que encontrarán al final del libro. Un doble placer, lectura y gastronomía, se combinan para llevarnos a una tierra diferente, llena de color como los hermosos saris de las mujeres o el de las especias con las que condimentan sus alimentos, de tradiciones que luchan por sobrevivir a la presión de la sociedad globalizada que amenaza con sumirlas en el olvido.

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